Seguramente ya has intentado de todo para que los insectos no se acerquen a tu casa y te entendemos. Aunque solemos respetar cualquier forma de vida, los animalitos como mosquitos, moscas, cucarachas o gusanos (entre otros), suelen ser señal de suciedad o traen infecciones y bacterias consigo. Por ello, es importante mantenerlos alejados y su entorno natural, pero, ¿cómo?
Ya te hemos dado consejos para que tus plantas sirvan como repelentes naturales o bien, recetas de insecticidas que no dañan a nadie, pero hoy te traemos una opción mucho más natural y que además, será parte de tu decoración: plantas carnívoras.
El mito de las plantas carnívoras
Las plantas carnívoras suelen tener una belleza rara, ya que a la vista son, incluso, agresivas. Por ello no son precisamente las más concurridas cuando se trata de elegirlas para la decoración del hogar; sin embargo, pueden ser aquellas que den un toque exótico y único a la casa.
Las plantas carnívoras son especies depredadoras que han ido evolucionando y ahora crecen en zonas desérticas y se alimentan de sustrato, tierra sólida, agua e insectos. En ocasiones, es importante que tú mismo atrapes insectos como moscas o algunas hormigas, pero eso es sólo si quisieras “darle un premio” a tu planta carnívora. En otro caso, ella sola se comerá lo que esté cerca o que merodee su espacio.
¿Qué insectos comen las plantas carnívoras?
Por lo general, las plantas carnívoras comen cualquier insecto que se atraviese en su espacio, pero esta especie prefiere mosquitos, moscas, cucarachas no tan grandes, grillos, gusanos pequeños, etc. Pero, si algún insecto polinizador como cierto tipo de mosquitos, abejas y hasta colibríes, se le acerca puede ser contraproducente, pues al no tener flores, los comerá y afectará al resto de éstas.