Este paraíso de plantas hará que quieras vivir entre verde por siempre

Este espacio es una simbiosis perfecta entre la profesión de su propietaria y la personalidad que aportan las plantas a los espacios.
oficina pintada de verde paraíso de plantas de Clariça Lima
Renato Navarro.

El estudio de la paisajista Clariça Lima es un verdadero paraíso de plantas y se encuentra en una casa antigua en Sâo Paulo, Brasil y está en una zona estratégica: cerca de Jardim Paulista, el centro cultural y económico de la ciudad y muy bien comunicado. Clariça nos cuenta el por qué de su elección: “Estaba creciendo y necesitaba un espacio más grande, pero no quería mudarme a un edificio comercial y pensé, ¿y si fuera una casa? Pero quería que fuera una casa con personalidad, no cualquier casa”.

El estudio tiene una entrada privada que Clariça decoró como mejor sabe: con plantas de todo tipo.

Renato Navarro.

Así que esa era la idea central del su búsqueda. Como se trataba de un estudio de paisajismo, necesitaba espacio suficiente para hacer honor al paraíso de plantas y que cupieran todas las variedades que tiene, una mesa grande y un espacio amplio para trabajar y para recibir a los clientes… Así que cuando encontraron esta casa de dos plantas con patio interior y mucha luz, fue  para ella “una alegría inmensa, poder llenar la casa de mucho, mucho verde, muchas plantas y, aun estando en una zona céntrica, en una casa, la gente se sentía como si estuviera en un oasis”.

En el patio exterior, sillones de cemento de Lojas Teo y sillones negros de Lattoog.

Renato Navarro.

“Me gustan mucho los colores, los materiales distintos, la minería y todo tipo de piedras y buscar todo esto a través de muebles, tapices, obras de arte, cerámicas, detalles. Creo que la decoración es un reflejo de la persona. Al igual que la ropa, el espacio donde vivimos o pasamos tiempo refleja en gran medida la identidad y la personalidad de una persona”. Sin duda, esta afirmación de Clariça Lima nos hace pensar en ella como una persona tranquila pero con carácter, vivaz, con sentido del humor y con un amor por la vida, por lo bello y por la naturaleza fuera de lo común. 

Mesa ovalada en madera de freijó natural de Luia Mantelli. Estantería estilo mid-century de F. Estudio. Los listones de madera de freijó fueron diseñados por Clariça.

Renato Navarro.

“Me apasionan las cosas antiguas, las que se hacían manualmente y de forma artesanal. Por eso, recuerdo que cuando me fijé en los detalles de la barandilla de madera y la hermosa cristalera, me enamoré. Y luego traje a tres grandes amigos a visitar la casa y me dijeron: “¿Esto? ¿Un espacio de trabajo en una casa como esta? ¡Estás loca!”. Pero yo lo tenía muy claro y fui muy muy firme en mi decisión de instalar aquí mi oficina.

Jarrón de cristal de Carol Gay y cerámicas de Vista Alegre y Hideko Honma. Sobre la estantería, miniaturas de la sillas Panton y la Serie 7 de Arne Jacobsen, junto a un libro de Lina Bo Bardi.

Renato Navarro.

Inicialmente compartía el espacio con otra empresa de la misma zona, especializada en revestimientos, y en la inauguración de esta otra empresa “vi cómo, al entrar, a la gente le encantaba el espacio. Me sorprendió ver a la gente disfrutando, tomando fotos, feliz de estar allí”. Así es, una de las cosas que hemos aprendido tras la pandemia ha sido a transformar los espacios, especialmente los espacios donde trabajamos, para que sean más acogedores, coloridos, más cálidos y funcionales. Incluir objetos de diseño, libros para inspirarse u obras de arte (en este caso, un tapiz de Genaro de Carvalho de la Galería Almeida Prado) consiguen que un espacio que estaba destinado a ser una casa sea un inspirador jardín del edén, un verdadero paraíso de plantas para mentes creativas como la de Clariça.

Una original almohadilla de cuero reposa en una de las sillas.

Renato Navarro.

Hasta ahora, o al menos hasta la llegada de esta nueva tendencia, el ambiente de trabajo era algo más frío, no era algo común el plantear un espacio de trabajo como si fuera una casa. Pero es un hecho incontestable que pasamos más tiempo en la oficina que en nuestro propio hogar (hay quien básicamente solo va a casa a dormir), por lo que es posible —y necesario— hacer de la oficina un lugar que sea acogedor, colorido y que tenga personalidad. A través de todo ello, podemos sentirnos mejor, nos involucramos con nuestro bienestar en el trabajo, y esto tiene consecuencias positivas también en la vida personal. “Hay jefes que piensan que decorar el espacio de trabajo siguiendo esta filosofía hará que vendas más, pero yo me conformo con ser más feliz haciendo lo que hago y sabiendo que los clientes que vienen aquí se sienten bienvenidos”.

Otro rincón del estudio, con lámpara de Reka**********, puff de estampado Ikat, plantas y libros.

Renato Navarro.

Clariça Lima, arquitecta especializada en paisajismo, en su estudio.

Renato Navarro.

Artículo publicado originalmente en AD España.
Adaptación de Fernanda Toral.