No toma mucho tiempo estar en Oaxaca para darte cuenta del papel protagonista que tiene el color en esta ciudad desértica. Desde el papel picado que adorna las calles, hasta los puestos de frutas tropicales, el color se manifiesta en cada esquina, recordándonos de lo valioso que es para la cultura mexicana.
En los últimos años, diseñadores, arquitectos y artistas de renombre han migrado a la ciudad de Oaxaca, la cuna artesanal de México. La ciudad contagia su creatividad y arte, contando con museos, tiendas boutique, restaurantes y hoteles diseñados a la perfección, inspirando a cualquiera que pasa por la ciudad.
No solo el arte y diseño han hecho su marca en la cultura oaxaqueña, si no la comida tradicional y fusión contemporánea también atrae a foodies de alrededor del mundo a comer platillos llenos de sabor. Los ingredientes de la región pintan los platos de colores, brindando un espectáculo visual en cada comida.