En el corazón de la Ciudad de México encontramos una tradición arquitectónica única, además de que parece un viaje en el tiempo a diversas épocas y nos encanta, por lo que no es de extrañarnos que justo a un costado de la Catedral más antigua de América Latina, se encuentre Caracol de Mar, el nuevo hot spot culinario de la capital del país, el cual se alberga en un edificio con historia y legado que no podemos quitarnos de la mente, así como el delicioso menú que te espera para vivir una experiencia única.
Ambrosi | Etchegaray, la firma detrás del lugar
Un lugar cuya experiencia gastronómica es auténtica no podía estar en otro lugar que no sea igualmente una joya arquitectónica y de diseño. Por ello, Círculo Mexicano alberga en su interior una conglomeración de diseño, moda, estilo y gastronomía, siendo Caracol de Mar la nueva voz en sus instalaciones.
Este proyecto arquitectónico es de Ambrosi | Etchegaray, firma que reimaginó un edificio residencial del siglo XIX trayendo al espacio una de las tradiciones más grandes de México: un mercado, pero pensado en la modernidad. Es decir, con locales en donde hay una variedad de productos, pero, justamente en medio del espacio está situado Caracol de Mar.
En la antigüedad, este hotel fue la casa de un monasterio, por lo que se trató de mantener los espacios casi idénticos a cómo lo tenían los curas, pues es un recordatorio de nuestra herencia y de que, en esa parte de la ciudad, existe un edificio que fue el refugio seguro de una comunidad. Hoy, Caracol de Mar nos evoca, precisamente, eso: una añoranza y comodidad únicas, sin olvidar los sabores de nuestro México y su diversidad, en este caso: la comida del mar.