Así como nosotros tenemos jacarandas, en Japón tienen el árbol de cerezo o simplemente, cerezos. Estos hermosos árboles rosas sólo florecen unas cuantas semanas al año y de ellos existen varias leyendas que intentan explicar su belleza. En México, por más que queramos adornar las calles con cerezos, las condiciones nos lo impiden. Sin embargo, hay un lugar que ha conseguido crecer algunos ejemplares y nos permite admirar este espectáculo sin tener que viajar al otro lado del mundo.
Nosotros te decimos por qué no crecen los cerezos en México, cuál es su relación con las jacarandas y en dónde puedes encontrar algunos de los ejemplares que existen en nuestro país.
¿Por qué hay pocos cerezos en México?
La respuesta es simple: el clima. Desgraciadamente los cerezos crecen en climas muy específicos, en donde el invierno y la primavera son muy marcados. Lugares como Japón, de donde son originarios, y algunas ciudades en Estados Unidos cumplen con estas condiciones. México, por otra parte, cuenta con un clima templado, por lo que los cambios de temperatura no son suficientes para que el cerezo pueda crecer.
Estas condiciones son tan notorias que incluso los japoneses le atribuyen significado: el que se den después de crudos inviernos, por ejemplo, representan la transición a una época de sol y fertilidad, mientras el poco tiempo en que los cerezos permanecen floreados dan paso a reflexionar sobre lo efímero.
La relación entre jacarandas y cerezos
Además de su obvia belleza, estos dos árboles tienen una relación que va más allá de lo estético. Se dice que en los años 30s, el presidente Pascual Ortiz Rubio quiso imitar las calles principales de Washington D.C., las cuales estaban adornadas con cerezos, que además habían sido un regalo del gobierno japonés.
